Diablos barre en cuatro juegos a los Charros y es bicampeón de la Liga Mexicana una vez más

Los Escarlatas dominan la campaña del Centenario al sumar el título 18 de su historia

J.L. HERMIDA USCANGA

ZAPOPAN, Jalisco, 14 de septiembre de 2025.- Los Diablos Rojos del México conquistaron el título número 18 de su historia y se consagraron por tercera vez bicampeones de la Liga Mexicana de Beisbol de Verano al barrer en cuatro juegos a los Charros de Jalisco para conquistar de esa manera su tercer banderín en los últimos 11 años sin perder un solo partido en la Serie del Rey.

Los Diablos, de la mano de Lorenzo Bundy, campeón como jugador en 1987, ganaron el cuarto desafío por pizarra de 7-3 en lo que significó su triunfo 12 de manera consecutiva en una final, convirtiéndose así en el monarca en la campaña del Centenario de la Liga Mexicana de Verano.

Fue un golpe letal a la soberbia del manager del campeón del Norte, Benjamín Gil, quien después de perder el primer juego declaró que los Charros eran mejores y que se iban a levantar para vencer a Diablos.

No fue así, y lo único que ocasionó con sus declaraciones fue que, el equipo más ganador y más grande en la historia del circuito, sacara su orgullo para taparle la boca a Gil, humillándolos en cuatro partidos.

Diablos repitió lo que hizo en 2014 y 2024 cuando barrió en la final tanto a los Pericos de Puebla, como a los Sultanes de Monterrey.

Ese campeonato de 2014 lo ganó como monarca del Norte, y los dos últimos como campeón de la zona Sur.

MUCHO EQUIPO

Los Diablos demostraron una vez más por qué fueron el mejor equipo de todo el circuito, dominando otra vez de punta a punta la zona Sur y registrando los mejores números en ganados y perdidos en las dos divisiones.

Es la cuarta vez en la historia que los Diablos se consagran bicampeones del circuito y tercera bajo el mando de un mismo timonel.

La primera vez fue en las campañas en 1973 y 1974 cuando se repartieron los créditos el cubano Wilfredo Calviño y el sonorense Benjamín “Cananea” Reyes, quien a partir de ese 1974 comenzó su época gloriosa como mandamás de los Escarlatas.

La historia se repitió en 1987 y 1988 con Cananea Reyes al mando; después en las campañas de 2002 y 2003 cuando bajo el mando del dominicano Bernie Tatis vencieron de manera consecutiva a los Tigres de la Angelópolis, en aquellos tiempos donde Rojos y felinos disputaron 5 finales consecutivas.

Y ahora, Lorenzo Bundy repitió la historia en 2024 y 2025, con enormes posibilidades de buscar ese tricampeonato, que ha consecutivo un solo equipo en la historia del circuito, los Industriales de Monterrey -hoy Sultanes- bajo el mando de Lázaro Salazar en las campañas de 1947, 1948 y 1949, en los tiempos en que el monarca de la liga era el equipo que terminaba en primer lugar al término del rol regular. Es decir, en esos tiempos no se jugaban playoffs.

LÁSTIMA EFRAÍN

A Efraín Contreras solo lo separó un out de entrar al récord ganador. El derecho de Ciudad Juárez, Chihuahua lanzó un juegazo de dos imparables, dos bases y seis ponches a lo largo de cuatro entradas con dos tercios, en esa quinta ronda ya con dos outs y corredor por la inicial, Lorenzo Bundy le aplicó la grúa traer al zurdo Nick Vespi cuando Benjamín Gil mandó a como emergente al bateador zurdo Alfredo Hurtado en lugar de Carlos Mendívil, privándolo de su aspiración al triunfo.

Un movimiento sorpresivo porque a esas alturas los Diablos ya tenían una cómoda ventaja de 7-0 y con la enorme labor que estaba realizando el juarense y sólo 73 pitcheos, lo mínimo que merecía era la oportunidad de completar los cinco episodios para aspirar a ese triunfo que le negó su manager.

Para su fortuna, a Bundy le salió el movimiento, ya que Vespi sometió a Hurtado en rola por el campo corto para colgar la quinta argolla, en una incipiente amenaza de los Charros.

OTRA VEZ TEMPRANO

Los Diablos atacaron temprano al abridor de los Charros, Eduardo Vera con par de registros en el mismo primer rollo y en la segunda lo hicieron explotar con otro ataque que dejó tres carreras para tomar una ventaja de 5-0 que ya no perdieron jamás.

Carlos Sepúlveda negoció el primero de tres boletos abriendo el juego, Allen Córdoba lo secundó con otro pasaporte; Canó falló en elevado al central que aprovechó el de Monclova para llegar a tercera desde donde timbró inmediatamente con oportuno de Julián Ornelas, y Marmolejos remolcó la segunda cuando en un elevado que tomó el campo corto Mateo Gil en terreno de foul y aprovechó Córdoba para hacer el pisa y huye desde tercera.

Los Diablos agregaron tres más en la segunda donde José Pirela abrió con doblete y llegó de inmediato al plato en infilhit de Río Ruiz y mal tiro del lanzador que buscó hacer la jugada en home.

Fue todo para Vera y vino al relevo Aaron McGarity quien dominó a Carlos Pérez en rodado para doble matanza, pero después fue sacudido por doblete de Gamboa, regaló boleto a Sepúlveda y Allen Córdoba estalló con otro batazo de dos estaciones por el central que colocó los cartones 5-0.

Los Diablos agregaron dos más en la quinta cuando Canó abrió con sencillo y con uno fuera, José Marmolejos, designado el Jugaodor Más Valioso de la final,  la mandó a viajar por todo el derecho para poner la pizarra 7-0 contra los disparos de A. Miranda.

IMPLACABLES

El bullpen de los Diablos volvió a lucir implacable ya que después del tercio de Vespi, suficiente otra vez para ganar su segundo juego de la final aparecieron Gowdy y Yacabonis para trabajar los siguientes dos episodios en blanco.

Los Charros lograron hacer daño hasta la octava contra Jean Mejía quien abrió el episodio regalando boleto a Mallex Smith, y aunque ponchó a Wielansky, el estaodunidense llegó a segunda por indiferencia defensiva y timbró la de la la honra para los de casa con oportuno de Willie Calhoun; Mejía ponchó a Mateo Gil, pero ya con dos fuera, Bundy decidió traer al japonés Tomohiro Anraku, quien en cuenta de dos y nada fue sacudido con cuadrangular por todo el derecho de Dwigh Smith Jr., que logró revivir las ilusiones de los tapatíos.

Pero tras el tablazo, Anraku, como buen cerrador, se creció al castigo, ponchó a Garlick para terminar la tanda y en la novena tras sencillo de Stankiewicz retiró a los tres siguientes enemigos, incluso a Mallex Smith con rola a sus propias manos para el out número 27 que rubricó la magistral temporada de los Diablos que así, se convierten en bicampeones y en los reyes de la campaña del Centenario.

Ganó Nick Vespi y perdió Eduardo Vera.